Para Howard Gardner la inteligencia es la capacidad que posee cada individuo para resolver problemas cotidianos o para ofrecer asistencia dentro del propio ámbito cultural. Para él se trata de una destreza que, en parte, viene marcada genéticamente, pero que a su vez se puede desarrollar. Las distintas capacidades se pueden potenciar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc.
Teniendo en cuenta esta premisa Howard Gardner desarrolló su teoría de las Inteligencias Múltiples. Esta teoría explica que no tenemos una sola capacidad mental, sino varias, en total ocho:
- Inteligencia Espacial.
- Inteligencia Corporal.
- Inteligencia Naturalista.
- Inteligencia Musical.
- Inteligencia Lingüística.
- Inteligencia Intrapersonal.
- Inteligencia Lógico-Matemática.
- Inteligencia Interpersonal.
Es por ello que cuando encaramos una unidad didáctica es que debemos proponer un proyecto donde los estudiantes puedan acercarse a los contenidos de diversa manera para alcanzar la meta de comprender y relacionar los temas a partir de la inteligencia que tengan más desarrollada, pero a la vez estimular las otras áreas para lograr una compresión integral.
A medida que la teoría se fue expandiendo en el mundo educativo se fue afianzando la idea de la necesidad de "explotar" a las distintas inteligencias para educar para la vida teniendo en cuenta las habilidades de cada persona y como extender las redes del conocimiento para ampliar las posibilidades de acción.